En el pensamiento de aquella mujer estaba seguir adelante en la vida como fuera, con el alma turbada miraba el horizonte con desilusión, solo tenía 50 euros en el monedero dentro de aquel bolso lujoso que le había regalado el hombre que acababa de dejar plantado en la habitación de aquel hotel de cinco estrellas . ¿Qué acababa de hacer? No lo sabía. Quizá había hecho por primera vez en su vida lo que le apetecía, lo que le pedía el cuerpo. No quería seguir así y había roto el hilo que tiraba de su vida en este momento como lo podía haber hecho en otro. Era algo que venía pensando algún tiempo, no podía dejar que le vida marcase su camino.
En un momento sonrió amargamente recordando su vida de adolescente cuando su cuerpo pasó de ser una larva y se convirtió en una exuberante y colorida mariposa, cómo la miraban los hombres y cómo se sintió halagada, cómo la promesa de una vida fácil y lujosa la deslumbró y entró en la rueda del mundo de la moda, del alterne lujoso, de la compañía pagada, cayendo dentro de la más solitaria soledad.
Dentro de su cabeza bullían en desorden ideas que atropelladas veía con visos de realidad, pero tenía que dejarlas que se posaran en su cerebro y coger, elegir la que viera mejor para sentirse persona que pudiera respetarse ella misma, sin tantas luces y con tan poca luz.
No quería volver a su piso, ni coger su ropa, ni su dinero, no quería ninguna vinculación con su pasado , quería liberarse de su carga, soltar ligaduras del ayer.
En su cabeza se agolpaban caras de personas que había conocido, con quien había tenido relación en su vida, veía gestos, actitudes, poses, rememoraba opiniones, conversaciones. Todo parecía ahora una película que aceleradamente pasara por su vista y que no tenía nada que ver con ella.
Sacudió la cabeza y su melena osciló con ese pequeño movimiento y acudió un atisbo de coquetería que la hizo esbozar una sonrisa porque pensó lo difícil que sería cambiar toda su vida, pero estaba decidida.
Su cuerpo ágil como un felino se desplazó rápidamente por la calle , paró un taxi que iba en la dirección contraria y dio una dirección al taxista. Era su refugio, donde vivía su anciana abuela , la que la acogía en los momentos difíciles , allí tomaría una decisión, retomaría su vida desde años atrás, como si lo vivido en los últimos años fuera inexistente .Un esfuerzo para anular y crear nuevas ilusiones.
Ese sería su capullo donde una rezagada larva entraría para convertirse en una mariposa y emprender una nueva vida, esta vez a las ideas, a la libertad de proyectos , a la realización personal, a un mundo sin presiones, donde la luz fuera blanca, sin colores deslumbrantes que no dejaran ver a lo lejos, una mariposa con alas para volar en su dirección.
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