jueves, 3 de julio de 2014
¡No!
Te veo, compañera ,a mi lado
y estoy tranquilo y seguro ,
porque te veo y conmigo estás,
estás y no pienso más,
mi mundo es estable y plácido.
El acontecer es como el mar,
tranquilo y equilibrado,
pero el mar como la vida
se puede remover y agitar
y entonces todo en el mundo
se puede romper y mudar,
el destino puede cambiar,
la calma puede variar y ya ida
es muy difícil recuperar,
todo el bienestar y alegría
se cambia por melancolía,
y la tristeza te atenaza
el alma con un borroso nudo,
que en tu mente es una amenaza
que aunque quieras no puedes quitar,
todo se vuelve gris y duro
y en la garganta callado
aflora amargo un lloro
que te recorre todo el cuerpo
y llena de rebeldía el tiempo.
Y en tu mente una pregunta nace,
la de siempre, la que todo el mundo
lleno de incertidumbre se hace:
¿Por qué? Y aunque la repitas
nunca puedes contestar .
La solución en unos días vendrá ,
en unos pocos días estará.
Pero aunque no se cumpla la sentencia,
ya nunca volverá a ser igual,
has probado la incertidumbre,
ese veneno de la espera sin saber,
y en todo tú te ha mordido,
te ha reventado, te ha recorrido,
y has gritado mudo y enrabietado:
No , no y mil veces no,
no puede ser, no puede pasar,
mi vida no tendrá sentido ,
pero más que eso te siento vivir,
no puedes ir, tienes que estar.
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