El aliento ha cesado
esta mañana.
En este tiempo
el sentimiento
se ha plasmado
en despedida.
En el campo
no ha sonado
ninguna ovación.
Sólo un silencio
sin medida.
En la garganta,
un nudo
y en el corazón,
un agradecimiento.
Adiós, Messi.
¡Qué seas feliz!
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