UN DÍA, UNA VIDA.
Hoy me he levantado
con ganas de escribirte una carta, hace mucho que no te escribo
ninguna porque todo nos lo decimos en persona, ¡ estamos al
ladito, claro! Esta no lleva franqueo postal lleva el franqueo del
paso del tiempo juntos.
Hace muchos años
que estamos juntos y en todo este tiempo nos han sucedido muchos
acontecimientos, unos buenos , agradables y otros no tanto. Todos
ellos van entrando en la batidora del tiempo que al final solo
transmite una percepción, deja solo un poso, lo sucedido en tantos
años se concentra en una única sensación, puede considerarse
simplista, pero la mente humana funciona así. Tantas cosas han
sucedido que no las recuerdo todas , pero cuando te veo siento
siempre una emoción.
Ya se pierde en el
tiempo los años jóvenes cuando empezamos a salir juntos y todos
los acontecimientos los vemos como si fuera una película que
hubiéramos visto hace mucho años, en blanco y negro , casi muda,
aunque en ocasiones cuando recordamos algo todavía vibra algo por
dentro.
Lo que sí recuerdo
es lo que hicimos ayer. Cuando me desperté noté el olor y el calor
de tu cuerpo y me gustó, después nos levantamos , nos arreglamos y
fuimos a comprar para la semana, volvimos a casa y lo estuvimos
colocando todo, naturalmente en el lugar donde tu indicabas. A
continuación hicimos la comida, yo de pinche como siempre, aunque en
mi descargo debo decir que luego fregué los cacharros , después
vimos “Saber y ganar “ que sabes que yo acerté más preguntas
que tú , aunque eso cuando sucede no lo llevas muy bien. Ahora
cuando es lo contrario te rogaría que no lo pusieras de manifiesto
con tanto énfasis. Por la tarde salimos a dar un paseo y a tomar
unas cañas.
Al final vimos un
rato la tele y nos acostamos, todavía recuerdo lo fríos que tenías
los pies cuando me los acercaste. ¡Claro que me quejé!, aunque me
digas que soy un viejo cascarrabias.
Este amor está
hecho a base de machacar en el yunque el hierro de la convivencia,
de la tolerancia y también de la diversión, me lo paso en grande
cuando te provoco para escucharte lo que ya sé que vas a decir, me
divierto cuando me dices ciertas cosas porque también sabes qué te
voy a contestar , ese juego no declarado de fina ironía me encanta .
Este cariño no hace
falta declararlo porque con su solo ejercicio se descubre el fondo
de energía que lleva a la confianza, a la dedicación , a la
complicidad y a la mutua compañía buscada día a día.
Sabes que te quiero
y hoy te lo digo. Me obligas a sentirme vivo y despierto porque si
no me pierdo, me impulsas a ser rápido de reflejos porque si no
parezco tonto, me empujas a ser sociable y amable porque si no
parezco osco , me induces a ser rápido de ideas porque si no
parezco torpe, me inspiras para ser sensible por que si no parezco
tosco. Debo confesarte que no me aburro contigo, me ofreces días
intensos, nuestra convivencia me exige dar lo mejor de mi.
Tú me has hecho
mejor, tú eres mi medicina para combatir la vejez y mi elixir de
la juventud.
Espero que mañana
me traiga otro día contigo.
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