lunes, 9 de febrero de 2015

Un día, una vida ( por San Valentín)

                                          UN DÍA, UNA VIDA.



Hoy me he levantado con ganas de escribirte una carta, hace mucho que no te escribo ninguna porque todo nos lo decimos en persona, ¡ estamos al ladito, claro! Esta no lleva franqueo postal lleva el franqueo del paso del tiempo juntos.  

Hace muchos años que estamos juntos y en todo este tiempo nos han sucedido muchos acontecimientos, unos buenos , agradables y otros no tanto. Todos ellos van entrando en la batidora del tiempo que al final solo transmite una percepción, deja solo un poso, lo sucedido en tantos años se concentra en una única sensación, puede considerarse simplista, pero la mente humana funciona así. Tantas cosas han sucedido que no las recuerdo todas , pero cuando te veo siento siempre una emoción.

Ya se pierde en el tiempo los años jóvenes cuando empezamos a salir juntos y todos los acontecimientos los vemos como si fuera una película que hubiéramos visto hace mucho años, en blanco y negro , casi muda, aunque en ocasiones cuando recordamos algo todavía vibra algo por dentro.

Lo que sí recuerdo es lo que hicimos ayer. Cuando me desperté noté el olor y el calor de tu cuerpo y me gustó, después nos levantamos , nos arreglamos y fuimos a comprar para la semana, volvimos a casa y lo estuvimos colocando todo, naturalmente en el lugar donde tu indicabas. A continuación hicimos la comida, yo de pinche como siempre, aunque en mi descargo debo decir que luego fregué los cacharros , después vimos “Saber y ganar “ que sabes que yo acerté más preguntas que tú , aunque eso cuando sucede no lo llevas muy bien. Ahora cuando es lo contrario te rogaría que no lo pusieras de manifiesto con tanto énfasis. Por la tarde salimos a dar un paseo y a tomar unas cañas.

Al final vimos un rato la tele y nos acostamos, todavía recuerdo lo fríos que tenías los pies cuando me los acercaste. ¡Claro que me quejé!, aunque me digas que soy un viejo cascarrabias.

Este amor está hecho a base de machacar en el yunque el hierro de la convivencia, de la tolerancia y también de la diversión, me lo paso en grande cuando te provoco para escucharte lo que ya sé que vas a decir, me divierto cuando me dices ciertas cosas porque también sabes qué te voy a contestar , ese juego no declarado de fina ironía me encanta .

Este cariño no hace falta declararlo porque con su solo ejercicio se descubre el fondo de energía que lleva a la confianza, a la dedicación , a la complicidad y a la mutua compañía buscada día a día.

Sabes que te quiero y hoy te lo digo. Me obligas a sentirme vivo y despierto porque si no me pierdo, me impulsas a ser rápido de reflejos porque si no parezco tonto, me empujas a ser sociable y amable porque si no parezco osco , me induces a ser rápido de ideas porque si no parezco torpe, me inspiras para ser sensible por que si no parezco tosco. Debo confesarte que no me aburro contigo, me ofreces días intensos, nuestra convivencia me exige dar lo mejor de mi.

Tú me has hecho mejor, tú eres mi medicina para combatir la vejez y mi elixir de la juventud.

Espero que mañana me traiga otro día contigo.

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