miércoles, 3 de diciembre de 2014

Cuento de Navidad: El primer amigo de Jesús.




          EL PRIMER AMIGO DE JESÚS.



La ciudad de Belén está situada en la región de Cisjordania, a unos ocho kilómetros al Sur de Jerusalén, en tierra fértil de los montes de Judea , aunque cerca del desierto de Judá, significa “casa del pan “, allí se recogen buenas cosechas de trigo y cebada. En la actualidad tiene unos 35.000 habitantes . Mundialmente conocida por el nacimiento del rey David y sobre todo de Jesús.

En el año 749 del Imperio Romano , en el que Cesar Augusto reinaba desde hacia 31 años y Herodes el Grande era rey de la provincia romana de Judea desde hacia 40 años , Belén era una ciudad pequeña y pobre con las murallas en ruinas. En aquella época las familias de los campesinos y de los jornaleros por cuenta ajena eran muy humildes y muchas abandonaban a sus hijos para que se buscaran la vida porque no podían alimentarlos, eran la clase baja de la sociedad, los más menesterosos , los Anawin .

Joshua tendría aproximadamente diez años y era hijo de una familia de jornaleros pobres que deambulaba por las murallas y campos cercanos a Belén, de piel morena, ojos almendrados y vivarachos , con un turbante en la cabeza, de cuerpo enjuto y flexible como un junco, llevaba una túnica que de nueva debió ser blanca y que ahora era de un color indefinido , le llegaba por la rodilla con los filos totalmente raídos por el roce , a modo de zapatillas llevaba dos suelas de cuero atadas a los tobillos y a los dedos de los pies.

Se alimentaba de lo que recogía de los árboles y plantas en temporada, en enero aceitunas, algarrobas en febrero, en Mayo habas y de la robinia o falsa acacia se comía sus flores blancas ( pan y quesito) en Mayo y Junio y también sus tallos tiernos , uvas, higos, moras de árbol y de zarzamora en agosto y septiembre, en verano toda suerte de fruta, también cazaba langostas peregrinas que se comía cocidas ligeramente en agua o quitando las patas y la cabeza y secadas al sol y, cuando el hambre apretaba y no tenía nada , servía ocasionalmente a algún soldado romano por la comida , pero eso condicionaba su libertad y no le gustaba demasiado porque no estaba bien visto, tampoco le gustaba pedir limosna aunque darla era una de las tres prácticas piadosas de la religión hebrea junto a la oración y al ayuno.

Su misión era sobrevivir , por las noches se refugiaba en las derruidas murallas o en las cuevas originadas por el suelo calizo de las casas. Las casas de los pobres eran de adobe de un solo aposento sobre cimientos de piedra y después tierra caliza, eran frescas y en el techo tenían un espacio para azotea y almacenamiento.

La noche del día 24 de diciembre se presentaba con un cielo sin nubes, se veían las estrellas relucir, pero hacía frío, Joshua había pasado el día ayudando a un pastor con su rebaño de cabras y ovejas, pero al final de la jornada y  después de contarlas lo había despedido . Como  era tarde y tenía frío corrió para dirigirse a la entrada de Belén y refugiarse en una casa que estaba deshabitada y que ya conocía de otras ocasiones, como de costumbre bajó a la cueva que en su tiempo había sido establo porque allí había paja seca que le servía de colchón y manta al mismo tiempo pues se envolvía en ella y así remediaba el frío y el duro suelo.

Al acercarse se paró en seco aguzando el oído porque se oía como un niño hipaba y una mujer le hablaba dulcemente, se acercó silenciosamente y lo que vio le dejó paralizado. Un hombre estaba sentado en un rincón mirando a una mujer que acunaba entre sus brazos a un niño recién nacido, teniéndolo recostado sobre su pecho le dio un beso en la frente , le frotó suavemente la espalda, y después lo acostó sobre un paño blanco de lino doblado que cubría unas pajas  que había en el pesebre del establo y se fue a sentar al lado del hombre.  Joshua se quedó observando largo rato sin moverse en la oscuridad , casi sin respirar.

El niño era muy pequeño y estaba envuelto en pañales , tenía la cara sonrosada y llena de serenidad ya que sus facciones estaban totalmente relajadas, se encontraba muy tranquilo como si dominara el tiempo y el espacio, como si encarnara la esencia de la vida, como si poseyera el secreto del alma humana . Los padres se habían acostado sobre unas esteras que habían puesto  y estaban dormitando.

Joshua lo miraba sin cansarse y con una fijeza hipnótica , como si viera una estatua de Miguel Angel, no sabía el tiempo que llevaba contemplando aquel niño, ejercía sobre él un magnetismo que le hacía mirarlo sin pestañear, sentía una atracción que no entendía y en un impulso irrefrenable se acercó y le tocó la planta de un pie en el que todavía notó restos de la sal con la que habían frotado su cuerpo al nacer para afirmar su piel como dictaba la costumbre, y le apretó el dedo gordo , el pequeñín no dijo nada , ni se quejó ni hizo ningún movimiento, pero a él le pareció que sonrió por un instante y el aire le envolvió de un hálito que le hizo sentirse distinto.
A partir de entonces el nombre de Joshua significa “El bendecido por el Señor” y el día de su festividad es el 1 de Enero , el mismo día que el niño Emmanuel.

Así se selló la amistad de un pobre entre los pobres y de Dios entre nosotros (Emmanuel). Jesús, en el primer día de su nacimiento, quiso unirse a la humanidad más necesitada  y desamparada.







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