jueves, 7 de marzo de 2019

Una Semana Santa diferente.

                                                                

Ciudad Real es una ciudad de unos 75.000 habitantes, en la actualidad la infraestructura ferroviaria es  buena y está bien comunicada con el resto de España, especialmente con Madrid. En el año 1956 en que ocurrió el hecho que voy a relatar no era así. 

El tren llegó a Ciudad Real el 14 de Marzo de 1861 con la prolongación de la línea que llegaba a Alcázar de San Juan de la compañía MZA, línea Madrid- Zaragoza-Alicante, ligada a la familia de banqueros de origen judeoalemán, Rothcschild. Se solicitó un ramal que pasando por Almagro llegara a Ciudad Real en previsión de una futura expansión hacia el sur, los derechos de este ramal se subastaron el día 8 de Abril de 1859, ganó la subasta el Marques de Villamediana, terrateniente de Alcázar de San Juan, interesado en que partiera el ramal desde su pueblo en detrimento de otra opción que presentaba a Socuéllamos como estación de partida. El día 20 del mismo mes cedió su concesión a la compañía MZA, de esta manera Alcázar de San Juan se convertía en un nudo ferroviario para varias décadas, pues confluían en su estación las líneas que iban hacia Levante, Andalucía y hasta 1879 la que iba a  Extremadura, a partir de esta fecha  se hace con la concesión la compañía CRB (Ciudad Real-Badajoz).

La compañía MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante) construyó una estación provisional. Posteriormente paso a definitiva estando situada al final de la calle Ciruela, actualmente desaparecida.

"La Nueva". Estación CRB.
 La segunda estación de Ciudad Real, conocida como "la nueva", es la que está situada al final del Parque de Gasset, todavía se conserva con un pequeño trazado de railes y un viejo vagón. La construyó la compañía CRB (Caminos de Hierro  Ciudad Real-Badajoz y minas de Bélmez) Se construyó en el año 1878 para dar servicio a esta línea ferroviaria. La compañía CRB se fundó en 1861, el primer tramo hasta Puertollano se terminó en 1864 y en diciembre de 866 se pudo transitar hasta Badajoz porque la reina Isabel II  pernoctó  en el antiguo convento de la Merced  de Ciudad Real cuando viajó acompañada por el Presidente del Gobierno y del general Narváez hacia  Badajoz para continuar hasta Lisboa. Esta compañía, en  el año 1880, pasó a manos de MZA unificando los servicios de las dos líneas  en la estación  de la calle Ciruela.

En 1941 esta línea paso a formar parte de RENFE tras la nacionalización de los ferrocarriles españoles y el 1 de Enero de 2005 con la división de RENFE, en Renfe operadora y Adif, MZA pasó a integrarse en esta última.


Ciudad Real Central.
La estación actual, CIUDAD REAL CENTRAL, se puso en funcionamiento para dar servicio AVE. Se inauguró el 12 de Abril de 1992, está en el Barrio del Pilar, en la Avenida de Europa, número 1.

Esta es la sucesión en el tiempo de la aparición del ferrocarril en Ciudad Real, en cuanto al material ferroviario fue variado y acorde con el progreso técnico. 
                         
Las primeras  máquinas locomotoras que visitaron Ciudad Real eran las 0-3-0 mixto, llamadas “Mamut”, con cilindros interiores para viajeros.  Después se pasó a las 1-2-0 para trenes de viajeros, también con cilindros interiores, tipo Kitson, fueron desguazadas en 1931 y no se conserva ninguna. Finalmente llegaron las Creusot viajeros que eran locomotoras utilizadas en el siglo XIX para los expresos. Estas pasaron a RENFE cuando se unificaron todas las redes de ferrocarriles.

 La última locomotora de vapor utilizada en España, La Mikado 1-4-1 F-2348  fue apagada el 23 de Junio del año 1975 en la estación de Vicálvaro por el entonces príncipe Felipe. Todavía funciona alguna en España mantenida por alguna institución pública o particular. Todas ellas, locomotoras de vapor alimentadas con carbón, utilizadas hasta mediados del siglo XX que fueron sustituidas por locomotoras diesel.  El cambio se produjo paulatinamente, por medio del Plan de Modernización de RENFE que tuvo lugar a partir de  los años 60. 

Hasta el 1966 se incorporó el automotor TAF (Tren Automotor Fiat), el 9538 hacía el servicio Madrid-Ciudad Real. En 1966 se crearon los servicios TER (Tren Español Rápido) y el 12-1970  sustituye al TAF en la línea Madrid- Badajoz hasta el 1-1985

A partir de 1985 empezaron a quedar atrás las famosos automotores S440  y empezaron a dar paso a los automotores diesel  RENFE Serie 597 , siendo la última utilizada la RENFE serie 591.

Una de las últimas series de la locomotora 333 utilizada para el ómnibus Madrid-Badajoz y expreso nocturno se quedó en el depósito de Ciudad Real cuando se clausuró en 1992 para dar paso al AVE.

El 14 de Abril de 1992 se inauguró  el AVE y el 21 del mismo mes realizó el primer viaje, Tren de Alta Velocidad Española  de ancho internacional, 1.435mm entre raíles, Madrid-Sevilla con parada en Ciudad Real utilizando las  AVE serie 100 de corriente alterna trifásica a 25KV. y 50 Hz.,  fabricadas por la empresa francesa Alstom con una velocidad máxima de 300 Km/h. y dos cabezas tractoras de 4.400 kw. de potencia cada una. En el año 2005 la  española Talgo y la canadiense Bombardier fabricaron el S 102 , que podía desarrollar 30Km. más por hora. En Octubre de 1992 se pone en marcha el tren Lanzadera de Madrid a Puertollano con parada en Ciudad Real dando lugar al actual AVANT, tren de media distancia.

Hecho este breve repaso a la aparición y desarrollo del ferrocarril en Ciudad Real, como reconocimiento a su muda presencia  y escenario  a  tantas  historias, vivencias alegres y tristes  que se han debido desarrollar en estos trenes llenos de personas con sus anhelos , ilusiones, desilusiones , esperanzas, amistades fraguadas, separaciones traumáticas, todas las posibilidades de afecto, amor, desamor... Podrían contarse todo tipo de sucesos verdaderos o fabulados. Sin embargo, voy a contar un suceso real que puede ser de los más chuscos o no sé como calificarlo.

En Ciudad Real una de las festividades más importantes del año es la Semana Santa, desde el 14 de Febrero de 2006 está declarada de Interés Turístico Nacional. En la procesión del Martes Santo por la tarde salían “Los Armaos” con la Virgen de la Esperanza Macarena y el Cristo de Medinaceli. Precisamente la figura de un “Armao” es  el protagonista  del cartel de Semana Santa del año 1956.

Origen www.ciudad-real.es
Esta procesión sale del Barrio del Pilar, uno de los barrios más populosos y populares  de Ciudad Real, las dos hermandades miman sus imágenes  y se desvelan  para procesionar cada año. Son  la Hermandad de  Nuestra Señora de la Esperanza, imagen de 1953 de un escultor de los talleres de José Rabasa Pérez,  también conocido como taller Rabasa-Royo, situado en la calle Milagros,4 de Valencia.
Semana Santa.16 de Abril de 2019 
La segunda Hermandad que procesiona es la Archicofradía  de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno (Cristo de Medinaceli), fundada en 1949 y reconocida canónicamente  en 1952. Su imagen llegó en 1950 y  salió también de los talleres de José Rabasa Pérez,  es una de las imágenes más logradas de este taller. Se desconoce el nombre del maestro escultor pero es el mismo que talló la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Corral de Almaguer (Toledo). En 1999 la imagen fue portada por primera vez por 35 costalero. La imagen tiene esculpido su propio pelo en negro, pero al ponerle peluca al Cristo de Medinaceli de Madrid  también se le puso al de Ciudad Real, esta era sintética. Un devoto del Cristo, el propietario de la peluquería "Cortes y Colores", donó en el año 2010 una peluca de pelo natural  adquirida en la Calle Arenal de Madrid


En las fechas de nuestro suceso no se hacía el encuentro en la Plaza Mayor entre estas dos imágenes, el encuentro comenzó en el año 1982. Emocionante encuentro entre el Cristo de Medinaceli y la Virgen de la Esperanza que pone los pelos de punta y saca más de una lágrima a la cantidad de devotos que se apelotonan para verlo.



Ciudad Real en el año 1956 contaba aproximadamente con 35.000 habitantes, era una ciudad muy provinciana, la gente la llamaba “la capitalilla”. Se pueden hacer una idea de lo “recogidita” que era la ciudad. 

El Martes Santo de 1956, 27 de Marzo, amaneció nublado, el cielo estaba completamente cubierto y había hecho fresco al amanecer, alguno de los hermanos que tenían que procesionar esa tarde estaban intranquilos, habían trabajado mucho para tenerlo todo preparado y listo. La ilusión y las ganas que se ponen son inmensas y la sola sospecha de que no se pueda salir entristece los corazones.
 
Además de las dos hermandades que desfilan con sus imágenes el Martes Santo, desfilan también los “Armaos”, soldados romanos que recuerdan el prendimiento de Jesús.

En varios pueblos del Campo de Calatrava son celebres la compañía de “Los Armaos”. Son cofradías religiosas con mentalidad militar. La de Almagro participó en la procesión del Martes Santo por la tarde en Ciudad Real durante varios años del siglo XX, concretamente en el día de nuestra pequeña historia.  Era una gran atracción verlos llegar en el tren a primera hora de la misma tarde del martes, la estación se llenaba de chicos y adolescentes para verlos llegar vestidos de rojo con armas y coraza plateada, casco plateado con penacho rojo a excepción del comandante, el  capitán ayudante, la cuarta sección y los cornetas de la banda que lo llevan blanco. Acompañan a las procesiones y al finalizar en la Plaza Mayor realizan la marcha de “la caracola” o “el caracol”, formando un circulo  que se vuelve a abrir, sucesivamente.

El acontecimiento que voy a contar sucedió el día 27 de Marzo de 1956 , Martes Santo, en Ciudad Real. En este marco de la Semana Santa ciudadrealeña  con  la estación y el tren como escenario. Esta historia es verdadera aunque he cambiado el nombre de los protagonistas y los detalles y circunstancias  de este hecho, un cambio  fundamental es que  los protagonistas no pertenecían a la compañía de “Los Armaos” de Almagro, si no que eran tres amigos de Ciudad Real, pero el protagonista pasivo sí que iba vestido de soldado romano  (era un "armao"amigo que procesionaba). Uno de ellos después de muchos años me contó este suceso como una más de las gamberradas que hicieron de jóvenes, puede no ser verdad, pero conociéndolo me inclino a que esta historieta es verdadera.

 Luis bajaba del tren con su casco en las manos y con una cara bastante seria, le iba comentando a su vecino:” No sé paqué nos hacen viajar ya verás como llueve y nos tenemos que volver con el rabo entre las patas”. Luis era como se puede ver el agorero del grupo. Su vecino estaba harto de él, porque le llevaba dando la murga con lo mismo desde que salieron de Almagro.

-“Y menos mal que no hace el frío del mes pasao porque si no…”
- “Quieres callarte ya, vaya murga que llevas toa la tarde”.

Era cierto, el mes de febrero de ese año había sido un mes muy frío. El invierno comenzó muy suave, de tal manera que la gente se preguntaba si ese año no iban a tener invierno, los almendros estaban ya en flor, pero a partir del día dos llegó una ola de frío siberiano y  empezó a hacer un frío muy intenso que se prolongó durante veinte días , de tal manera que hasta ahora es el invierno en el que se ha registrado la mínima más baja  de  España. En el observatorio de Lago Gento (lago glaciar) en el Pirineo leridano, se llegó a -32 grados el día dos, día de la Candelaria. En el puerto de Envalira (Andorra) se llegó a -34 grados, y el termómetro que era de mercurio reventó, pues a partir de esa temperatura el mercurio se solidifica, por esto los termómetros de mínima son de alcohol. En Ciudad Real se había registrado una mínima de -9,4 grados. Resumiendo, es el año con la temperatura más baja desde que hay registros meteorológicos.

La chiquillería les aplaudía y “Los Armaos” saludaban sonrientes orgullosos de la atención que despertaban, realmente era un espectáculo verles bajar del tren con su indumentaria.

Luis miraba sin demasiado interés y estaba hablando con otro compañero sobre lo incierto del tiempo, moviendo la cabeza dubitativamente, mientras bajaban la calle Ciruela.

-“Ya verás, ya verás…”
-“Déjalo, vamos a tomarnos un chato de vino por lo que valga”. Le invita el amigo.
-“Sí, a ver si vale paque este se calle y nos deje en paz con el tiempo”. Apostilla su vecino.
-“Bueno, la verdad es que todavía faltan horas para la procesión”. Comenta Luis.

Su vecino es mayor que él, está casado y tiene un niño que es una alegría. Le aprecia, le ha ayudado a entrar en la cofradía y le está agradecido por ello. Entran los tres en un bar a mitad de calle. Se acomodan en unos taburetes de madera que hay en la barra y piden unos chatos de vino tinto.

-“Oye a qué hora hemos quedao”. Pregunta Luis.
-“A las seis y media en el guardapasos del barrio del Pilar”. Responde el amigo.
-“A ver si vamos a llegar tarde”. Dice Luis.
-“Yastamos con otra cantinela…” Responde el vecino moviendo la cabeza de arriba abajo y frunciendo los labios.
-”Tómate el vino y calla”.

Luis paladea el vino. No está mal y la tapa está buena, piensa.

Esta mañana se ha levantado temprano para abrillantar el casco y la armadura, cepillar el penacho y la vestimenta completa y después de desayunar ha ido al trabajo.

Está algo nervioso porque es el primer año que está con “Los Armaos” y siente cierta responsabilidad para hacerlo bien, no es algo intrascendente, esta cofradía se lo toma muy en serio y no quiere defraudar a nadie.

Ahora está más tranquilo, el vino y la serenidad que hay en el local le han sentado bien. Los nervios no le han dejado comer con la tranquilidad habitual. Le ha tenido que ayudar a ponerse las vestiduras de soldado romano su madre porque es bastante complicado hacerlo, pero al final el aspecto que tiene es fantástico.

Luis es joven, todavía no le han tallado para la mili, de buena estatura, con el pelo corto, la cara morena de darle el aire y las manos grandes y poderosas. Lo que más destaca de Luis no son sus facciones agradables, ni el cuerpo proporcionado y fuerte, si no su gesto confiado.

Aunque el cielo sigue nublado parece que la tarde se aguanta y quizá no llueva y puedan salir en la procesión sin ningún problema.

-“Vamos a tomar otro vinito, no está mal este tinto”. Invita esta vez su vecino.

Definitivamente a Luis le gusta este vino, y en el bar se está muy agradable, la temperatura es confortable. Se siente muy bien, tanto que se le cierran los ojos y un dulce sopor le invade, tiene que hacer esfuerzos para mantener los ojos abiertos. El madrugón, los nervios y lo poco que ha comido le pasan factura. 

El vecino le da con el codo al amigo y señala con un gesto a Luis que está en pleno sopor. Los dos sonríen. El vecino mira el reloj, son las cinco de la tarde y tienen que estar en la Iglesia del Barrio del Pilar a las seis y media más o menos. Intercambian unas palabras silenciosamente y afirman con un gesto  de cabeza.
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 Le recogen el casco y con cuidado ayudan a Luis volviendo a la estación. El vecino se queda sentado con él y el amigo se dirige a la ventanilla.

Suben a Luis al tren correo que viene de Badajoz, sale de Ciudad Real a las 17,30 horas y llega a Madrid sobre las 20,40 horas. Le sientan en el departamento del vagón, le ponen el casco y le fijan el billete visible en el penacho, le dejan dormitando y salen del tren entre risas.

Lo que pasara después con la ronda del revisor pidiendo los billetes, tomándolo sorprendido del penacho del dormido "armao" y volviéndolo a poner y la reacción de los demás viajeros lo dejamos a la imaginación del lector. 

En Madrid tenía una hermana casada, fácil es deducir la sensación cuando se presentara con ese aspecto. Solo puedo añadir que regresó al día siguiente vestido normalmente y con una bolsa de viaje en la mano.