En medio del trigo verde
como una moza lujosa
que el tiempo no pierde.
Recordando sus esplendores
de aquellos tiempos pasados,
con los pasos no contados,
carraspeando sus cangilones,
abrazada a la compañía
del borrico o la mula,
que moldea el agua pura
y mitiga la agonía
del que busca tu presencia
y a tu lado toma asiento
para con tu fresco aliento
empaparse de tu esencia.
Cara brillante y limpia
que cuando me asomo
veo mi cansado rostro
y siento del pasado envidia.
Tu pasada hermosura
coincide con mi juventud
y de la mano con atadura
anímica de plenitud
perdura en mi pensamiento,
el cielo con la luz y vida
del etéreo firmamento
que en tu seno anida.
Noria de alma quijotesca
y tierra manchega
harás que tu ser florezca
en tu alma labriega.